En una nota web realizada por el reconocido diario británico de “The Guardian” se hizo hincapié en la actual rivalidad que existe entre los hermanos Fujimori. Ambos protagonizan toda una telenovela que tiene como argumento principal la lucha por el poder.

Tras el derrocamiento de Pedro Pablo Kuczynski, Keiko Fujimori tuvo un papel importante en tal acción, implicando a su hermano Kenji y aliados políticos en la presunta compra de votos.

Al verse envuelto en este escándalo político, Kenji Fujimori tiene prácticamente a su hermana en su poder, ya que él debe testificar a los fiscales que investigan las acusaciones de que Keiko recibió donaciones de campaña por parte de Odebretch.

El factor que pudo haber agravado la situación conflictiva de los hermanos Fujimori, fue el indulto al ex presidente Alberto Fujimori, dado que esta decisión dio a relucir sus verdaderos “intereses”.

“Kenji sigue siendo completamente fiel a su padre e hizo todo lo posible para asegurar su liberación, mientras Keiko se dio cuenta de que era mejor que él estuviera en prisión”, dice Gustavo Gorriti, periodista peruano que fue secuestrado por el régimen de Fujimori en la década de 1990.

Partiendo de los intereses políticos de ambos, Keiko es vista como fría y vengativa, mientras que Kenji es considerado como el típico hijo mimado. Tal característica hizo que se le catalogara, junto a la banda de legisladores disidentes del partido Fuerza Popular, como “Los Avengers”. Este grupo se formó con la finalidad de abstenerse de la votación de destitución contra Kuczynski, salvándolo de ser expulsado.

«Kenji ha demostrado que está preparado para seguir el kamikaze, llevándose a su hermana», dice Gorriti. Tras las pruebas realizadas en contra de su hermana en la investigación de Odebretch.

“Ante la expulsión del Congreso de Perú, Kenji ha perdido ese capital político”, dice Giovanna Peñaflor, directora de la encuestadora Imasen.

«Por la misma razón, ha sido una victoria pírrica para Keiko», agrega, y dice que las sucias tácticas usadas en la pelea han desgastado la simpatía pública por ambos hermanos.

Con este problema, catalogada como una telenovela Fujimorista, nos damos cuenta que aún seguimos bajo los hechizos de esta complicada y disfuncional familia. Bajo esta perspectiva, la gran mayoría de los peruanos nos preguntamos lo siguiente, ¿cómo terminará la relación política y familiar de los hermanos Fujimori? ¿Será parte de una estrategia?