Partiendo de los intereses políticos de ambos, Keiko es vista como fría y vengativa, mientras que Kenji es considerado como el típico hijo mimado. Tal característica hizo que se le catalogara, junto a la banda de legisladores disidentes del partido Fuerza Popular, como “Los Avengers”. Este grupo se formó con la finalidad de abstenerse de la votación de destitución contra Kuczynski, salvándolo de ser expulsado.
«Kenji ha demostrado que está preparado para seguir el kamikaze, llevándose a su hermana», dice Gorriti. Tras las pruebas realizadas en contra de su hermana en la investigación de Odebretch.
“Ante la expulsión del Congreso de Perú, Kenji ha perdido ese capital político”, dice Giovanna Peñaflor, directora de la encuestadora Imasen.
«Por la misma razón, ha sido una victoria pírrica para Keiko», agrega, y dice que las sucias tácticas usadas en la pelea han desgastado la simpatía pública por ambos hermanos.
Con este problema, catalogada como una telenovela Fujimorista, nos damos cuenta que aún seguimos bajo los hechizos de esta complicada y disfuncional familia. Bajo esta perspectiva, la gran mayoría de los peruanos nos preguntamos lo siguiente, ¿cómo terminará la relación política y familiar de los hermanos Fujimori? ¿Será parte de una estrategia?